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Mostrando las entradas de octubre, 2006

Albañil

Albañil yo soy, también cantor, me voy y vengo el jueves si lo que canto duele. Albañil yo soy de profesión desde el amanecer hasta que cae el sol. Albañil yo soy y silbador pa’rechiflar mujeres de arriba ’e las paredes. Yo trabajo al son y sí señor desde el amanecer hasta que más no doy. Muchos dicen que soy bruto como un ladrillo porque voy sencillo al fondo ’e la cuestón. Albañil yo soy y puedo con el balde y la cuchara taparte el sol. Albañil yo soy de profesión, camino a paso sabio arriba’ e los andamios. Mis almuerzos son merienda de canario: salame candelario y un chato de carlón. Mis quincenas son humo al viento llegan y ya se fueron, roto el tiento. Albañil yo soy también tractor pa’sacar del pantano los sueños embarrados. Albañil yo soy de profesión; todas las casa que hay las hago yo. Albañil yo soy ¿qué le parece, don? Hasta que digan nones un día los riñones. Hasta que diga planto de golpe el espinazo.

Los que iban cantando

Los que iban cantando tan de mañana, iban al río, rato se oyó su canto por el camino. Los que dormían no lo sintieron pero ese canto abrió puertas, ventanas, cielos del corazón, cerrados. Por entre el sueño sólo era alegre, sola la voz en el viento. De aquel confuso canto, voces mezcladas, no se pensó en las bocas que lo cantaban. No, no se pensó. Pero ese canto, voz en el viento, tan de mañana, sólo era un canto por el camino de madrugada. (Circe Maia - Jorge Lazaroff)

Qué negocio

Cuántas cosas hay que nunca has contado cuales son tus miedos cuántas situaciones que has traicionado cuál es tu pecado Qué tan apretados tus nudos instintos cómplices enredos Cuál es tu ganancia en todo el asunto Cuál es tu apetito Cómo sos distinto Cómo sos Cuánto morbo lúcido sobre tus impulsos cuál tu gesto turbio Cuál la sensación que siempre has temido cuál tu paso sucio Cuántas cosas hay que nunca has sabido cuántas cosas hay que das por sabidas que das a entender por asumidas Dónde la mentira Cuánta es tu bondad (de la otra, de la honda) Cuál es tu presencia Dónde es tu conciencia (de la otra, de la honda) Cómo es tu presencia Y tu solidaridad (de la otra, de la honda) Cuál es tu inocencia Dónde llegará tu corteza Hasta cuándo llegará tu tristeza Hasta que grado llegará tu condición de bestia Cuánto tiempo va Cuánto tiempo irá de veneno.

El Perico Alcasotro (de Higinio Mena)

Hay una casa allá entre la arboleda Adonde vive el Perico Alcasotro Navegando sobre siete pilares La acorralan despacio los agostos Las aguas grávidas de la creciente Le traen de vez en cuando los despojos De alguna lancha de contrabandistas Es un misterio la vida de Alcasotro... Ya se lo puede ver calafateando Andar la embarcación por los canales Con la espátula haciendo maravillas La pipa entre la boca desdentada Y la camisa manchada de aceite Y la ansiedad mordida por los vientos Rachas de eternidad son sus silencios Hacha de un sol bestial mata en su cara Dicen que dio una vez la vuelta al mundo Que otra vez se cargó cuatro gendarmes Cosa triste de ver que cierta gente No hable bien de quien hizo algo importante ¡Carajo, no hay más ley que la de abajo! Sólo la ley del pobre al pobre abriga Aquél que anda en malas con los retobados Es que anda en buenas con la policía... Lalalaraira, lalalaraira, lalalaraila, lailailá...... Cuando al tano le da la verdulera A él le gusta bailar con

El rengo Zamora

Ginebras arriba por la calle sola Barriendo barría el rengo Zamora Su sombra barbuda rengueaba la escoba Pinchuda y torcida como cualquier otra Riendo va riendo su alma cantora Barriendo los vientos, las tardes, las horas A veces el rengo se iba callado Por los arrabales prostibularios Entonces le hacía el amor a la escoba René, que robaba su humilde memoria Para deshojar un millón de recuerdos De escobas perdidas y escobillones muertos Barriendo los barros de barrios y puertos La mugre de miles de rengos barriendo El rengo Zamora Volando volaba montado en su escoba Hasta las canteras y cantinas de Zamora Y se zambullía y nadaba en el vino Con la pata buena haciendo remolinos Le ataba a la escoba un anzuelo y un hilo Y allí, de rodillas, temblaba Picando, pescando pa’ cuando pensaba Su escoba de sueños silbaba la caña

El ojo

Tengo el techo Tengo el techo Tengo el techo bien cerquita mío No me necesito ni parar El techo Por lo menos el techo No me necesito ni parar No puedo El techo El techo Hoy domino tantas cosas ¿Quién lo iba a imaginar? Pasear desnudo en pleno julio Mi techo post julio Toy en el pozo Ojo Girando en el techo Girando en el pozo El hielo no se puso a helar Heladera por techo Pozo más negro Pozo más negro Pozo más negro Pozo más negro Pozo más negro Pozo No hay pozo que no sea techo y frío No hay lugar No hay dolor que no sea hombre y frío No hay lugar No hay destrozo más horrible y frío No hay lugar No hay nada más frío No hay No puedo Frío No poder morir No poder Qué dolor Qué agujero Qué dolor Qué agujero Qué mina Mis amigos, miren, qué mina Qué agujero negro, hondo, húmedo Pero qué mina Qué agujero húmedo Qué mina Qué ojo Qué ojo Qué mina de oro Orondo, redondo Ojo redondo Cómo el pozo Cómo el pozo Toy podrido de estar en el pozo Pozo Maldita desocupación Maldita, re maldita Vivo girand