Ríos (Juan Gelman)

Pero José Gervasio de Artigas soñaba otra cosa.
Ayunos de cuatro mil años
podridos, dando su calor
para que al fin el país creciera,
o le salieran como alitas
y diera vueltas sobre el mundo.
Pararse en la voz de Dios.
Anduviera la Pampa
como un cielo al sol de la justicia
Eh don José Gervasio, eh
un día usté se fue, y se fue para el oeste
con elefantes, animales de presa, jabalíes, búfalos, 
mujeres vestidas de rojo con pies como patas de perros.
y sus hombres que veían caer las estrellas
y los demás astros cerrarse como un ojo
o se subían a hormigueros.
Comían tortas de algodón
perdían la cuerdita madre
fíjese
perdían la cuerdita madre
y cuervos los ataban a los malagüeros de la vida
porque ustéd José Gervasio de Artigas soñaba otra cosa (x4)
una calor interminable
o como un río de valor
con una guirnalda roja sin ropas sobre la cabeza
y que del vientre les nacían cañas
palmeras
lanzas bravas 
espadones 
para cortar la mala yerba 
o deshonor 
que les quiso trepar por el sudado nombre que traían
eh don José Gervasio eh, no es así?
para el oeste se iban todos.
todos
Los viejos de bolas resecas
Las viejas sin olor
los chicos  que malcomían al pie de las grandes mamas
silenciosas
silenciosas como noche llena de toros
Toros tropa
de pechos clausurados
que cesanteaban al amor
querían comer enemigo
fíjese
querían comer enemigo
y parecían el silencio que dejaban en el país
como planeta frío
o luna depositada sobre el piso 
porque usted José Gervasio de Artigas quiso otra cosa (x2)  
porque usted José Gervasio de Artigas soñaba otra cosa
y cuando el silencio se hizo todo
se lo vio a Don José Gervasio 
parado en medio de su gente
y el país empezó a volar, como uruguayos
por su cara
o le iba saliendo un cielo
como alitas
como calor
o una gran vuelta sobre el mundo, eh
contra la muerte personal, eh
la poco bella, eh
la sabida, eh
eh eh,  don José Gervasio, eh
no es así
usted siempre soñaba de otro modo
siempre soñaba de otro modo
de otro modo.
Arregló su deuda con los cuatro mil años de hambre humana que le tironeaban del poncho
y no lo dejaban dormir
y no lo dejaban comer
como un amor 
o mamas
de silenciosas que lo arrastrasen
hacia las sombras
hacia el sur
que  no lo dejaba dormir
que no lo dejaba comer
hacia el sur
hacia el cordón
que le temblaba como una paloma en el vientre
y de repente
de repente 
se voló.
se voló el sol de la justicia 
porque usted José Gervasio de sol de justicia soñaba otra cosa
porque usted José Gervasio de sol de justicia  soñaba otra cosa
porque usted José Gervasio de sol de justicia de Artigas soñaba otra cosa
porque usted José Gervasio de Artigas soñaba otra cosa
porque usted José Gervasio de Artigas soñaba otra cosa
otra cosa.

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